Todo cambia rápido. Pero algunas marcas saben cómo moverse mejor.

Cada semana aparece una herramienta nueva, un formato que se pone de moda o un cambio en el algoritmo. Pero entre tanto ruido, hay marcas que no solo siguen las tendencias: las aplican con inteligencia.

En este 2025, no se trata de estar en todas las plataformas ni de probar todo lo que sale. Lo que está marcando la diferencia es cómo se elige lo que se comunica, y desde dónde.

Las marcas que crecen hoy tienen algo en común: combinan actualidad con propósito. Y estas son algunas de las tendencias que mejor están funcionando cuando hay una estrategia detrás.

1. Microcontenidos con foco real

Los contenidos breves no son ninguna novedad. Pero en 2025, están siendo más eficaces que nunca.
Reels de menos de 30 segundos, carruseles de tres o cuatros slides, frases con contexto.

Todo apunta a lo mismo: captar la atención sin perder claridad.

No se trata de hacer contenido rápido. Se trata de saber decir lo importante en el menor tiempo posible.

Eso implica un trabajo previo: entender qué mensaje se quiere dar y cómo reducirlo sin que pierda impacto.

🌟 Caso real: la marca educativa Duolingo logró en TikTok un crecimiento sostenido gracias a contenidos ultra breves protagonizados por su personaje. Las piezas son simples, claras, y comunican una idea puntual en menos de 30 segundos. La combinación de humor, constancia y claridad de mensaje los posicionó como referente del formato microviral.

2. Los motores de búsqueda con IA están cambiando la publicidad digital

Una de las transformaciones más profundas en 2025 no tiene que ver con redes sociales, sino con la forma en que las personas buscan y reciben información.

Con la llegada de motores basados en IA como ChatGPT, Perplexity, Copilot o Gemini, la búsqueda tradicional está perdiendo terreno frente a las respuestas conversacionales. Según Gartner, se estima que para 2026 las búsquedas clásicas disminuirán más de un 25 % frente a los motores de respuesta.

Y este cambio no es menor: también modifica el terreno publicitario.

Marcas como Perplexity AI ya están experimentando con anuncios nativos dentro de sus respuestas. Grandes players como Indeed o Whole Foods Market están participando en su beta cerrada, probando este nuevo formato no intrusivo, que convive con la generación de contenido del modelo de IA.

A su vez, Microsoft Copilot ya publica automáticamente anuncios de campañas activas en Microsoft Ads, integrando resultados pagados en sus respuestas sin pasos extra por parte del anunciante.

¿Y Google? A través de su motor Gemini y las nuevas Vistas Generales de IA, ya comenzó a mostrar anuncios extraídos directamente de Google Ads, lo que sugiere que este nuevo entorno será una pieza clave para los equipos de marketing digital.

Este cambio obliga a las marcas a replantearse dónde colocan su presupuesto, cómo redactan sus anuncios y qué tan conversacional es su presencia.
El SEO tradicional y el SEM evolucionan: ahora también hay que pensar en respuesta generada.

3. Integrar IA sin perder autenticidad

La inteligencia artificial llegó para quedarse. Pero lo interesante no es usarla, sino cómo hacerlo sin que el contenido pierda alma.

Las marcas que integran IA con criterio están encontrando una gran aliada. Automatizan partes del proceso, editan textos, prueban variantes visuales o generan borradores. Pero lo hacen sin ceder el control total del mensaje.

En 2025, la clave no es si usas IA o no. La clave está en cómo la haces convivir con tu voz de marca.

Porque la IA puede acelerar, pero no reemplazar lo que te hace único.
Puede ayudarte a ganar tiempo, pero no a definir el tono emocional con el que querés conectar.

🌟 Caso real: Empresas como HubSpot o Canva han lanzado asistentes integrados que no solo automatizan tareas, sino que permiten personalizar resultados en función del tono de marca definido por el usuario. Esto marca una nueva etapa en la relación entre IA y branding: no se trata de delegar, sino de colaborar.

Entonces… ¿Qué hacen bien estas marcas?

Eligen con qué tendencia trabajar y desde qué lugar hacerlo.

No prueban todo.

No copian lo que funciona en otro lado.

Construyen sobre lo que encaja con su voz, su propósito y su estrategia.

Detrás de cada contenido que funciona, hay una pregunta que lo guía: “¿Esto tiene sentido con lo que queremos construir?”

Y ahí está la diferencia. Porque las marcas que aplican bien las tendencias no lo hacen por moda. Lo hacen con intención.